Domingo 23 de
enero de 2022
Patear la montaña
rinconera es de un dolor tan placentero,
Que cuando acabas
el “Trail la Capitana”,
Parece que has
recorrido el mundo entero.
Subir y subir,
para luego bajar y bajar senderos
Con los que,
hasta el mejor de los matemáticos erraría
con el número tan
incontable de ellos.
Comienza desde la
playa el periplo,
recorriendo la
Torre de Benagalbón,
por nuestro
peculiar paseo marítimo,
con nuestra gente
y con Chito, dando ánimos y motivación.
Subimos por el
Granadillas, nuestro río.
Por llamar de
alguna manera,
a esa pista de
piedras y terrario que pica hacia arriba
Sembrado de cacas
de perro y otros restos que hay que saltar
con brío y
algarabía.
Los cracks se
desvían a la derecha,
En un bucle
infernal, que tiene como principio y final
lo más alto del
cerro del “Tío Cañas”, Almendrales y bajada
Regalito para
algunos, pesadilla para otros, sobre todo al final.
Aunque no debemos
dudar, de su vista espectacular
sobre la parte Levante
de nuestro litoral.
Tras varios bucles
y las piernas ardiendo ya
Coinciden los dos
trazados
Subiendo hacia el
cerro Salazar, no sin antes escalar
Por esa “V” tan
peculiar
de nuestro bien
diseñado track.
Globos, felicidad
y fotos antes del punto geodésico.
Hasta un
dinosaurio animando en el avituallamiento
tan completo, que
invita a quedarse allí con la musiquita escuchando
en vez de bajar
por el cortafuego casi rodando
sin tiempo para
las vistas de Málaga ir admirando.
Luego otra subida
antes de coger el cauce del riachuelo,
Por los que más
que correr, algunos van en un bajo vuelo
Que te distrae lo
suficiente para ponerte en tu sitio.
Previo, a otro
par de subiditas en las que parece
que llegas al
cielo, antes de volver a la senda del río,
y caer en las
garras de una bajada a menos de cinco y
destrozar tus
aductores en la subidita del punto limpio.
Inscríbete en la
“corta” te dicen,
Que dieciséis
kilómetros se corren en ná…
Pero si miras el
reloj satélite verás,
que ni en
desnivel ni en dificultad,
te han contado
toda la verdad.
No quiero ni
imaginar el sufrimiento
de los inscritos
en la “larga”, vaya tormento.
¡Ya casi estáis!
Dicen por allí. Dos kilómetros y a meta,
sin saber que nos
esperan: un pasaje del terror oscuro, unos caballos y,
como no, más
cuesta arriba a la derecha.
Una bajada
peligrosa, un par de arbolitos y al fin una torre de electricidad
que se baja con
felicidad,
ya que, medio
kilómetro de asfalto más,
medalla, abrazos,
bocata y ¡cerveza!
Y las piernas “al
jerez”
Esperando a los
cracks de la larga
Que por ahí
andarán
Recorriendo
nuestro campo en otro bucle más
Antes de ser
finisher y de su cuello una medalla colgar
de nuestro “Trail
de la Capitana”
Jose. Finisher
Meta conseguida!
ResponderEliminar