Ayy.
Donde estás, cabeza en blanco?
Con mis alas vuelo alto, pero enseguida caigo en picado.
Picos de sierra. Subiendo con la bici y los abductores petados.
Bajando con demasiadas ganas de volar por cualquier acantilado.
Hay un colibrí en mis rosas, que al verme, se ha quedado parado.
Hay una libélula alrededor de un mar de lágrimas , que consigue al tiempo dejar petrificado.
Paran su vuelo.
Almas estáticas en el espacio, aunque el tiempo pasa sin descansar
y en mi contra, sin ayudarme a mis recurrencias poder congelar.
En fin.
Aquí, apoyado en un peluche
con forma de reloj, a ver si consigo detectar una señal,
para guiarme a que otro domingo ansioso afronte.
Abrazos y fuerza.
Y perdón por la chapa....
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