SENTIR. CORTO 4

 

CORTO 4. SENTIR.

Llegó un momento en el que, al mirarte, no tenía la sensación de estar ante una obra de arte. Desapareció la sensación de, en esos ojos azulados, poder llegar a perderme, entrando en tu maravilloso mundo interno, que al final, pasó a dañarme.

Tus caricias, que me provocaban el helor reflejado en erizos de piel, obviaron su efecto para calentar el fuego de mi pasión. Arañaron mi alma. Todo el tiempo en el que el partido de tenis disputado por el corazón contra el cerebro, jugaban con la pelota del ego de ambos.

Quizás también la tuya, protegida con la coraza del orgullo, tuviera alguna grieta que estuviese a punto de ser reparada en esa segunda etapa al sprint, que ganaste en seguida que me retiré de la carrera.

Tus besos, producidos por delicados y húmedos labios, que llegaban a aspirar mi aliento, empujados por la lujuria y por el amor, se transformaron en duros, secos, sonoros para salir del paso, como los que se dan a alguien que te acaban de presentar por décima vez, pues no te recuerda.

Disfrutaba con tu piel, fina y suave. Alucinaba con tus pecas de pelirroja. La calidez limpia y única. Y tu olor, ese olor tuyo. Sin perfume. Aumentado, en esas ocasiones en las que los fluidos empapan ciertas zonas para cumplir su lubricante misión. Tus senos perfectos para mí, de los que nunca estuviste contenta…Los cambiaste por dos prótesis que te aconsejaron tus amigos, de un tamaño que no le correspondía a esa preciosa columna vertebral en forma de cifosis, cual luna creciente. Pasó de lienzo de nuestras fantasías a un papel Din-A4 de fotocopiadora del colegio, en el que no había forma de escribir ningún asomo de futuro juntos.

Quizás tardamos mucho en darnos cuenta. Bueno, en darme cuenta yo. Tú siempre lo habías tenido claro. Aspirabas a más. Concretamente, a volver a tu primer cuarto de siglo, cuando ya lo superabas ampliamente. A la fiesta, a la noche; rodeada de musculitos tatuados que solo querían, el físico para la foto del Beach Club de día;  y por la noche, buitres buscando porno duro.

No te conformabas con mi amor y lo dejaste ir. No fui suficiente. Vivía en mi torre, rodeado de fango, pero feliz, porque estaba con mi reina al lado.

Cuando desperté del sueño, mi amor estropeado, no tenía arreglo, pues las piezas ya no se fabricaban.

Mi amor propio cayó envuelto en un mar de lágrimas, como cascada infinita durante varios meses.

Dejé de sentir. Para vivir, hay que amar. Para amar, debía sentir. Dejé de vivir.

Dejé de buscar la muerte, de esperarla desesperadamente.

Decidí volver a quererme tras conseguir entenderte, dejar de odiarte y luego, perdonarte.

Y a partir de ahora, sentiré lo que me dé la gana. 

Pero no rendiré mi alma a quien no le pertenezca.

 JSG

Comentarios

  1. ❤️‍🩹 el que ama nunca regresará con el corazón entero. Hoy en una cuenta de instagram leía: toda sangre es huerfana hasta que encuemtra un corazón que la bombea. Vivir siempre: vivir sintiendo que la felicidad la llevas dentro y alrededor solo te abrazan a ratitos esas sonrisas ajenas. Besazo ,Jose

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  2. Profundo José, mucha gente se sentirá identificada. Joder publica yaaaaas

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  3. Precioso José, como todo lo que escribes.

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  4. A todos nos ha pasado alguna vez...pero tú sí sabes cómo contarlo ¡ Muy bueno !
    E G-P G

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